¡Se le acabó la muela! La base de Trump se le viró… ¡y la culpa es del cierre!

¡Cayeron los globos! El apoyo a Donald Trump sufre un desplome preocupante, incluso dentro de su propio partido.

Una reciente encuesta de AP-NORC revela que la aprobación de la gestión del presidente se hunde al 33%, su nivel más bajo desde el inicio de su segundo mandato. Lo más chocante es que la grieta se abre desde el corazón republicano, con solo el 68% de los conservadores respaldando su manejo, una caída drástica desde marzo. El cierre del gobierno, el más largo de la historia, ha dejado a miles de trabajadores federales en la cuerda floja, mientras el mandatario celebra en Mar-a-Lago. Figuras republicanas, como Beverly Lucas, expresan frustración, comparando la situación con "un niño petulante".

El Cansancio se Disemina.

A pesar de que la valoración general de su presidencia se mantiene casi intacta (36%), el cansancio es evidente entre los moderados y los independientes. La inestabilidad generada por el cierre afecta directamente a familias vulnerables, retrasando programas esenciales y sembrando la incertidumbre. Analistas coinciden en que, aunque el gobierno reabra, el daño político es considerable. Los republicanos, tradicionalmente disciplinados, alzan la voz ante un cúmulo de decisiones improvisadas que dividen al partido y agotan al país. Como resume una votante, "Necesitamos líderes, no matones de patio de recreo."