¡El Régimen Cubano en Apuros! Se les Escapan las Divisas y Arremeten Contra Quien les Compite

sábado, 22 de noviembre de 2025

¡El Régimen Cubano en Apuros! Se les Escapan las Divisas y Arremeten Contra Quien les Compite

En pocas palabras

El Gobierno cubano, ahogado por la crisis, no controla las remesas y persigue a operadores privados. ¡Se les fue el vuelto!

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Crisis de Remesas en Cuba: El Régimen Pierde el Control

El gobierno cubano enfrenta una severa crisis financiera que ha diezmado una de sus principales fuentes de divisas: las remesas. Estas, que solían ser un pilar económico, hoy representan menos del 10% de ingresos pasados, desplazadas por redes informales y operadores privados que ofrecen mejores condiciones. El régimen ha lanzado una ofensiva no solo para combatir supuestos delitos financieros, sino para recuperar un mercado vital que antes controlaba casi en su totalidad.

"El país recibe "menos del 10%" de las divisas generadas por remesas", reconoció un jefe del Ministerio del Interior.

Las autoridades señalan casos como el de Humberto Julio Mora Caballero, quien desde EE. UU. presuntamente dirigía una red moviendo más de mil millones de pesos cubanos. Sin embargo, estas redes prosperan ante la falta de confianza en la banca estatal, el deterioro económico y la preferencia de la población por la rapidez y mejores tasas de los operadores informales. Esta pérdida de liquidez directa impacta la capacidad del Estado para importar bienes esenciales, agravando la escasez de efectivo.

Competencia Desleal o Mercado Alternativo?

La persecución del régimen, enmascarada como lucha contra el delito, oculta una profunda preocupación por la competencia. Los operadores informales se han convertido en un mercado alternativo más eficiente que el oficial, erosionando la credibilidad del Estado. El gobierno intenta vincular estas operaciones con "subversión" o "guerra económica", pero la realidad es que la población busca soluciones pragmáticas ante un sistema colapsado. Pese a los decomisos, las estructuras ilícitas se expanden, demostrando que la confianza perdida en el Estado ha forjado un nuevo rumbo para el flujo de divisas, uno que el régimen parece incapaz de revertir con medidas tardías.

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